El Embajador de Cuba en Colombia, Javier Camaño, el Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba y la Corporación Colombiana José Martí Pérez organizaron el pasado 26 de enero en el Parque del Pueblo, en el barrio Policarpa Salavarrieta de Bogotá, la celebración del 172 aniversario de su natalicio el 28 de enero de 1853.
El evento contó con la asistencia de los embajadores de la República de Nicaragua y Bolivia, Harold de Jesús Delgado y Mario Carvajal, respectivamente.
La primera intervención estuvo a cargo de Jorge Cáceres, presidente de la Corporación José Martí Pérez, quien destacó cómo Simón Bolívar y José Martí con sus ideas y con su acción orientaron a los pueblos latinoamericanos para que hicieran de la dignidad y la autodeterminación principios fundamentales de su accionar.
Además, Cáceres expresó: “el pueblo cubano ha sido víctima por más de 60 años de una cruel y despiadada guerra económica que le ha generado muchas limitaciones para su desarrollo”. Sin embargo, Cuba ha sabido resistir el bloqueo de Estados Unidos.
De igual manera, el orador identificó la importancia de promover la solidaridad con el Gobierno y el pueblo cubano, ya que ellos han hecho de la autonomía, la soberanía y la dignidad derroteros fundamentales de su lucha.
La intervención de Josué Otto de Quesada
Luego, Josué Otto de Quesada, en representación de la Asociación de cubanos residentes en Colombia, resaltó cómo el pensamiento de José Martí estuvo centrado en luchar en unidad por la libertad de Cuba. Recordó, también, que Cuba ha expresado continuamente la solidaridad con Colombia y su pueblo y una de las actividades que ha recibido los mayores beneficios de la solidaridad isleña es la deportiva, ya que entrenadores y figuras destacadas del deporte han orientado a los deportistas colombianos. “Eso hace la vocación latinoamericanista y universal de Cuba”.
Además, recordó cómo Cuba ante el desastroso terremoto en Argelia organizó la primera Brigada Médica para asistir a las víctimas del desastre del terremoto, esa misión en ese país permaneció un año. También Colombia tiene la experiencia de la solidaridad cubana prestada en Boyacá, con el programa de alfabetización de Yo sí puedo.
“En el plano político quiero destacar algunos aspectos fundamentales de esa vocación independentista. Está la conferencia tricontinental en la década del 60, que es incorporar a la región de América Latina al Movimiento de los Países No Alineados (NOAL) a las luchas que ya se venían dando desde África y Asia”, anotó Otto de Quesada.
Palabras del ministro Consejero de la Embajada de Cuba
Rogelio Martínez, ministro Consejero de la Embajada de Cuba en Colombia, después de saludar a los asistentes, inició saludando a “esta barriada que le ha puesto el nombre José Martí al parque”. Además, expresó, entre otras cuestiones, lo siguiente:
“Se han dicho muchas cosas hermosas de Martí. Será muy difícil decir cosas nuevas pero yo quiero decir unas breves palabras. Martí es nuestro héroe nacional. Decir que Martí es nuestro héroe nacional en un país que tuvo tantos héroes, tantos generales que lucharon por la independencia, pero Martí fue quien inició las guerras por la independencia, los hermanos Maceo, Calixto García, decir que son muchos los nombres.
»Decir que Martí es nuestro héroe nacional significa que Martí es el más grande de todos los cubanos. Fidel decía que Martí es el más universal de todos los cubanos, el más grande, el que nos dejó las ideas más hermosas, más maravillosas, el que nos dejó el legado más hermoso, nos dejó sus obras para todos, para los niños: El Ismaelillo, los Versos Sencillos. Nos dejó Nuestra América, nos dejó tantas obras que fueron recogidas en varios volúmenes.
»Pero Martí no solo es un intelectual, no es solo un poeta. Martí es un hombre de ideas. Por eso, nos dejó las ideas que es lo más importante. Y Fidel siempre premiaba esa frase de Martí que dice: ‘Más vale trincheras de ideas, que trincheras de piedra en un mundo tan desigual, tan inequitativo’. Martí nos dejó ese gran legado. Martí nos dejó ese gran legado y no fue un albur, fue por algo muy importante que los asaltantes del Moncada llegaron a la conclusión que Martí era su autor intelectual y que no lo dejaron morir en el año de su centenario y que Martí era el faro, era la luz para la lucha.
»Pero Martí no solo nos dejó ese legado, nos dejó su ejemplo. Fue un cubano que luchó como se dijo por la independencia, que hizo la última etapa de la guerra que se llamó La Guerra Necesaria y que murió en combate por la libertad de Cuba, por la independencia de Cuba.
»Es decir, que nos dejó una obra extraordinaria, una obra hermosa y nuestra Revolución, su pensamiento, su ideario fundamental es martiano, es de Martí. Nuestra Revolución es martiana, es fidelista y es marxista-leninista. Pero Martí es el primero, el primero porque nos dejó las ideas más hermosas con las que tenemos que seguir luchando, en este mundo tan complejo, tan difícil. El ideario martiano es muy importante. Nos enfrentamos a una nueva administración en Estados Unidos, pero todas las administraciones no han podido derrotar a la Revolución Cubana, todas juntas”.
Finalmente, Rogelio Martínez exaltó la obra y el pensamiento de Martí, que se convirtió en ideario de la Generación del Centenario. Este legado fue retomado y orientado por Fidel Castro, líder máximo, quien condujo victoriosamente las lides que culminaron con el triunfo en 1959 de la Revolución. El orador subrayó el legado y vigencia del pensamiento martiano y el ejemplo de su lucha, cuyo sacrificio quedó validado con su muerte el 19 de mayo de 1895.
Por: José Ramón Llanos
Información tomada de semanariovoz.com